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jueves, diciembre 19, 2013

HACIA UN PANORAMA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA ACTUAL


De todo lo que se escribe hoy en día, de lo que se publica y se edita y se lee, ¿qué tiene opciones de pasar a la historia de la literatura? El libro actual, como sinónimo de divertimento fundamentalmente, se halla muy estacionado en diferentes géneros muy establecidos, muy deteminados y con unos ingredientes básicos.

Trascender al género es difícil. Hacer que lo que se escribe sea no sólo un libro policíaco o histórico y se convierta en una novela que trascienda, que llegue a la gran masa de lectores como una obra representativa de una forma de escribir, de una historia necesaria o simplemente de algo que es necesario saber o leer es muy complicado.

En el enjambre de nombres y novelas que se publican, cada uno con su género y con su etiqueta es difícil señalar, pues incluso los que podriamos llamar escritores académicos, aquellos que pretenden hacer literatura y no sólo escribir libros están encasillados por sus editores, por sus lectores.

Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Eduardo Mendoza, Luis Landero o Antonio Muñoz Molina son algunos nombres que seguramente perduren en los manuales de literatura. Pero lo harán no por su éxito o su capacidad (innegable en algunos casos) sino porque ya tienen colocada la etiqueta de grandes autores, de creadores de literatura más allá de géneros o de novelas.

Ellos son los escritores, los demás hacen libros, generan historias o narran aventuras y desventuras. Su misma calidad y cualidad los convierte en una especie de género en sí mismo, el que lleva su propio nombre. Y esa fama de autores de prestigio les facilitará la posteridad.

Pero aún así no puede establecerse un período o una generación o una modalidad de escritura propia del momento. Tal vez el éxito de la novela genérica sea lo más destacable. El encasillamiento cada vez mayor de autores y títulos, la presencia en las listas de ventas y de lectura de un tipo de novela: megra, amorosa, erótica, histórica.

Establecer qué quedará y qué sucederá es difícil. Algunos se quedarán por su fama de buenos escritores. Otros por su calidad. Y otros simplemente por el gusto de un crítico. Otros por sus datos de ventas. Y otros desaparecerán a pesar de juntar incluso todas esas cualidades.

El panorama actual es variado y compartimentado. Sin contar con varios hechos fundamentales, como la presencia cada vez mayor de traducciones, las publicaciones sin papel en internet o la autoedición. Un panorama difícil que con el tiempo se podrá delimitar y examinar a fondo sin la presión de tener que conocer hasta lo último que se publica ahora mismo.



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