En varias entradas anteriores de este blog hemos hablado de la relación entre la relación y la ficción, como una modifica a la otra y como la ficción altera la realidad para crear una nueva. Esto, que parece algo lejano en el tiempo, algo que ocurría antes pero no ahora, sucede cada vez en mayor medida. La influencia de medios como internet y la televisión, con mucho mayor alcance y con posibilidades de mostrar medios de vida y estéticas distintas, han hecho que la realidad se vea cada vez más modificada por la ficción.
Durante los años 90, la serie Friends mostró estéticas que después eran copiadas continuamente por los espectadores. Los peinados de Rachel, especialmente, eran copiados y copiados en todas partes del planeta. Pero también el jersey de Ross, el que pierde cuando deja embarazada a Rachel, fue copiado por todos aquellos que esperaban tener una Rachel en su vida.
Ahora, también la ficción nacional produce elementos que son copiados por la realidad. El reciente éxito de la novela y de la serie de televisión El tiempo entre costuras ha producido un gran aumento de ventas de máquinas de coser, instrumento principal del éxito en la vida de la protagonista de la serie.
Además, los cursos de confección y de costura han aumentado en mucho sus participantes, han conseguido que las mujeres quieran ser como la protagonista y así copiando su comportamiento, tratan de ponerse en la piel de esa mujer que a través de su capacidad para coser vivirá múltiples aventuras.
La ficción siempre modifica a la realidad, transformándola, mostrando posibles futuros que queremos vivir y copiar y provocar. La realidad, transformada, se muestra otra a través de la ficción que desde la nada ha producido un cambio social. Una forma de cambiar el mundo, a pequeña escala, pero que siempre acaba por producirse.
Durante los años 90, la serie Friends mostró estéticas que después eran copiadas continuamente por los espectadores. Los peinados de Rachel, especialmente, eran copiados y copiados en todas partes del planeta. Pero también el jersey de Ross, el que pierde cuando deja embarazada a Rachel, fue copiado por todos aquellos que esperaban tener una Rachel en su vida.
Ahora, también la ficción nacional produce elementos que son copiados por la realidad. El reciente éxito de la novela y de la serie de televisión El tiempo entre costuras ha producido un gran aumento de ventas de máquinas de coser, instrumento principal del éxito en la vida de la protagonista de la serie.
Además, los cursos de confección y de costura han aumentado en mucho sus participantes, han conseguido que las mujeres quieran ser como la protagonista y así copiando su comportamiento, tratan de ponerse en la piel de esa mujer que a través de su capacidad para coser vivirá múltiples aventuras.
La ficción siempre modifica a la realidad, transformándola, mostrando posibles futuros que queremos vivir y copiar y provocar. La realidad, transformada, se muestra otra a través de la ficción que desde la nada ha producido un cambio social. Una forma de cambiar el mundo, a pequeña escala, pero que siempre acaba por producirse.
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