La obra de Miguel Mihura, con dos
reposiciones en escena, parece que vuelve a suscitar interés una vez
más. Una obra compleja, que fue evolucionando con el tiempo y que
comprende desde historietas en revistas hasta obras de teatro leídas
en el bachillerato.
Además de Maribel y la extraña
familia, el Centro Dramático Nacional estrena en el María
Guerrero Carlota una de sus obras de misterio. Gran lector de
Maigret, el detective creado por Simenon, Mihura quiere en esta obra
recrear el ambiente de las novelas de misterio como ya hiciera con El
caso de la señora asesinadita.
Gran creador de personajes femeninos,
basados muchas veces en las chicas que el propio Mihura conocía, en
este caso Carlota es una mujer con un misterio detrás, con una
confesión y que se ve envuelta en un supuesto asesinato.
Pero Mihura no deja de ser un autor de
comedia. Dedicado al humor durante toda su producción, en Carlota no
faltan esos parlamentos absurdos, esos elementos que suele incluir
Mihura en todas sus comedias: excesos verbales, tonos extraños de
los personajes, confusión de sexos, etc.
Que dos de sus obras estén en cartel
demuestra la vigencia del teatro de Mihura. Nunca fue un teatro fácil
de representar y el mismo autor ejercía de director o codirector de
sus obras, llegando a cambiar o reescribir la obra entera durante los
ensayos.
Pero sus historias, su humor y su
ambiente sigue siendo actual. Pese a ser tachado de evasionista en su
tiempo, de huir del contexto histórico y de contar historias
personales y diferentes, su teatro sigue siendo representable y sobre
todo sigue siendo atractivo para los espectadores, que podrán
disfrutar de las dos obras del autor madrileño en la cartelera.
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