Al
hacer una canción, ¿tienen los músicos presentes otras? La música
como actividad artística depende de la creación de un hombre, de un
autor, pero ese autor, ese hombre, puede estar influido por algo que
ha leído, que ha visto, que ha vivido, que ha oído.
Prince
obtuvo un gran éxito con Purple Rain, tal vez su canción más
conocida. Un medio tiempo, en el que el autor cuenta una historia de
amor. Con una guitarra como fondo, la voz cortada y gritada a veces
del cantante, la historia de esa lluvia púrpura que cubre a una
mujer, nos llega como un aullido de desesperación amorosa.
Años
más tarde Ryan Adams escribió Hotel Chelsea Nights, una canción
con una guitarra y una voz que con una voz distorsionada y doliente
nos cuenta la triste historia de un hombre que pasa sus noches en un
hotel. La historia desesperada de un hombre que en una habitación de
hotel, en una calle marginal, ve pasar su vida, sin que ella vuelva
con él, sentada en la escalera como antes.
Dos
canciones con una historia muy distinta, pero que comparten la
desesperación común de un hombre. Y que comparten un sonido tan
parecido que en ocasiones parece que la lluvia púrpura cae sobre las
ventanas del hotel Chelsea en la noche. Unas voces iguales, que se
rompen, una guitarra que busca el soul, y un coro casi idéntico que
hace sentir la tristeza, la desesperación, la soledad, tanto de esa
lluvia púrpura que caía, como del hotel sólo y sucio y abandonado.
Y
esto, ¿es homenaje? ¿es utilizar un modo similar de contar una
historia? ¿es un plagio? ¿es una casualidad? Difícil decirlo, pero
escuchadas seguidas, puestas una tras otra, las canciones parecen
hermanas de la misma desesperación, del mismo dolor. Y más que en
música o inspiración en eso es en lo que son hermanas, en el dolor
que transmiten, un dolor hermano, hijo de la misma música.
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