Entre las explosiones, los vuelos y los golpes fabulosos, hay un personaje. Superman, Ca lel o Clark Kent, como queramos llamarlo, se eleva por encima de las toneladas de efectos especiales, digitales y de cualquier otro tipo que contiene la película.
Con la participación de Christopher Nolan, el que hizo oscuro y fatal y lumioso a Batman, El hombre de acero, la última adaptación al cine del personaje de Superman, cuenta con una visión del personaje que lo hace más humano.
Esa es la principal cualidad y la principal distinción de este Superman, en la elección entre el pueblo de sus padres, su raza original y la de adopción, la humana, se queda con la humana, con el amor humano a sus padres y a una mujer.
Además, la película aporta un toque negro en la personalidad de Superman, con la multitud de flashbacks que nos muestra su vida, la complejidad de sus actos y como sus ansias son iguales a los de cualquier otro adolescente.
Vemos a Clark Kent recorriendo el mundo mochila en mano y haciendo auto stop como si del Hulk de Lou Ferrillo se tratara. Una nueva visión del personaje, vagabundo, con una vida errante, fuera de la sociedad, sin amigos y sin compañía, el hombre de acero recorre el mundo simplemente sobreviviendo, ayudando al que puede y tratando de buscar sus orígenes.
Después, como un caballero blanco y luminoso, como un reverso de Batman, Superman se muestra al mundo y lo salva de sus invasores, pero sin querer nada, ni reconocimiento ni popularidad, sólo ser él mismo.
Una perspectiva diferente de Superman, incluso en su relación Lois Lane. Una perspectiva que crea un personaje con más matices, un personaje mejor y una película que da en el clavo recreando al mito del superhéroe kriptoniano.
Con la participación de Christopher Nolan, el que hizo oscuro y fatal y lumioso a Batman, El hombre de acero, la última adaptación al cine del personaje de Superman, cuenta con una visión del personaje que lo hace más humano.
Esa es la principal cualidad y la principal distinción de este Superman, en la elección entre el pueblo de sus padres, su raza original y la de adopción, la humana, se queda con la humana, con el amor humano a sus padres y a una mujer.
Además, la película aporta un toque negro en la personalidad de Superman, con la multitud de flashbacks que nos muestra su vida, la complejidad de sus actos y como sus ansias son iguales a los de cualquier otro adolescente.
Vemos a Clark Kent recorriendo el mundo mochila en mano y haciendo auto stop como si del Hulk de Lou Ferrillo se tratara. Una nueva visión del personaje, vagabundo, con una vida errante, fuera de la sociedad, sin amigos y sin compañía, el hombre de acero recorre el mundo simplemente sobreviviendo, ayudando al que puede y tratando de buscar sus orígenes.
Después, como un caballero blanco y luminoso, como un reverso de Batman, Superman se muestra al mundo y lo salva de sus invasores, pero sin querer nada, ni reconocimiento ni popularidad, sólo ser él mismo.
Una perspectiva diferente de Superman, incluso en su relación Lois Lane. Una perspectiva que crea un personaje con más matices, un personaje mejor y una película que da en el clavo recreando al mito del superhéroe kriptoniano.
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