Se llena la televisión de héroes caídos. Urdangarín, el yerno que toda España quería, el hombre guapo y alto y educado, que ha resultado ser un malvado, un ambicioso, un imputado. Jenaro García, estrella de todas las empresas, pro-hombre, líder ideológico, héroe de las Pymes y de los gobiernos, acusado, mentiroso. Lance Armstrong, en su mes de gloria, siete años ganando en Francia, ahora apestado, odiado, mentiroso, mafioso, llorando su pena en algunas televisiones.
En el arte los héroes caídos son muchos. Tal vez el más famoso en el cine sea Ciudadano Kane, el hombre que lo tenía todo, pero que acabó sin nada. No nada de lo material, sino nada de lo realmente imporante.
Kane, dueño de periódicos, de personas y de una finca inmensa que se llama Xanadú, un lugar de ensueño que parece realmente salido de sus propios sueños, muere en la soledad, y su vida se visita en la investigación que de ella hace un periodista.
Sus inicios idealistas que van dejando paso a la ambición, a la fama, a la gloria, al poder. Todo lo controla y lo manipula. Y nada le queda al final, sólo la bola de nieve que rueda de sus manos y la vida que los demás vieron.
Héroes caídos que siguen cayendo, y que volverán a caer, amados y deseados, poderosos y temidos, llegarán a ser nada. Uno más que pasó y perdió.
En el arte los héroes caídos son muchos. Tal vez el más famoso en el cine sea Ciudadano Kane, el hombre que lo tenía todo, pero que acabó sin nada. No nada de lo material, sino nada de lo realmente imporante.
Kane, dueño de periódicos, de personas y de una finca inmensa que se llama Xanadú, un lugar de ensueño que parece realmente salido de sus propios sueños, muere en la soledad, y su vida se visita en la investigación que de ella hace un periodista.
Sus inicios idealistas que van dejando paso a la ambición, a la fama, a la gloria, al poder. Todo lo controla y lo manipula. Y nada le queda al final, sólo la bola de nieve que rueda de sus manos y la vida que los demás vieron.
Héroes caídos que siguen cayendo, y que volverán a caer, amados y deseados, poderosos y temidos, llegarán a ser nada. Uno más que pasó y perdió.
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