¿Qué puede seducir a un poeta homosexual, ateo y marxista para contar la historia de Cristo? Indudablemente es una de las más grandes historias de la humanidad, la de un hombre que es el hijo de Dios y que baja al mundo para redimir a la especie creada por su padre, una especie que ya por entonces necesitaba una redención.
Pero es también la historia de un hombre profundamente humano. Que sufría con los que más sufrían, que se acercaba a los pobres, a los menesterosos, a los desterrados de la tierra, los que no tienen más opción que pensar que habrá algo mejor, porque aquí no han encontrado nada bueno. Y ese hombre se acercaba a ellos para acercarles no sólo un mensaje de esperanza futura sino también un mensaje de esperanza en el ser humano.
Y es la historia de un hombre que difunde un mensaje de amor. Que es mejor que ames a tu prójimo, tanto como te amas a ti. Un mensaje que será vigente siempre. Un mensaje que iguala a todos los hombres, que proclama su igualdad en derechos, su igualdad ante su propio creador.
Todo eso sedujo a Pasolini de la historia de Jesús, una historia que plasmó en El evangelio según San Mateo y que es proclamada ahora, tras muchos años de discusión e incluso de crítica y censura, por la jerarquía del papa Francisco como el relato más realista de la historia de Jesús.
Te interese o no la religión, la historia de ese hombre, sus palabras y los hechos que todos conocemos en la narración que protagonizó, la historia de Jesús narrada en los diversos evangelios, contada durante siglos y siglos, tiene algo que atrae, que llama. Pasolini quiso hacerla suya, y lo consiguió.
Pero es también la historia de un hombre profundamente humano. Que sufría con los que más sufrían, que se acercaba a los pobres, a los menesterosos, a los desterrados de la tierra, los que no tienen más opción que pensar que habrá algo mejor, porque aquí no han encontrado nada bueno. Y ese hombre se acercaba a ellos para acercarles no sólo un mensaje de esperanza futura sino también un mensaje de esperanza en el ser humano.
Y es la historia de un hombre que difunde un mensaje de amor. Que es mejor que ames a tu prójimo, tanto como te amas a ti. Un mensaje que será vigente siempre. Un mensaje que iguala a todos los hombres, que proclama su igualdad en derechos, su igualdad ante su propio creador.
Todo eso sedujo a Pasolini de la historia de Jesús, una historia que plasmó en El evangelio según San Mateo y que es proclamada ahora, tras muchos años de discusión e incluso de crítica y censura, por la jerarquía del papa Francisco como el relato más realista de la historia de Jesús.
Te interese o no la religión, la historia de ese hombre, sus palabras y los hechos que todos conocemos en la narración que protagonizó, la historia de Jesús narrada en los diversos evangelios, contada durante siglos y siglos, tiene algo que atrae, que llama. Pasolini quiso hacerla suya, y lo consiguió.
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