La Ocupa ya tiene trabajo. Era evidente
que tenía que ser la recepcionista de nuestra amiga la adivina. Un
día, las dos llorosas aquí, se dieron cuenta de que era una forma
de calmar sus respectivas penas. Así que lleva toda la semana
subiendo al piso de arriba, recibiendo a la gente, cobrando, dando
citas.
Está la mar de entretenida allí
arriba y eso a mí me da tiempo para hacer mis cosas. Puedo salir a
la calle y dar vueltas por ahí, que es lo que a mí me gusta. Cuando
me canso entro en un bar me tomo una cerveza y observo a mi
alrededor. El otro día en un bar que no sé bien dónde está porque
llegué allí de casualidad, vi algo muy bonito.
Un hombre y una mujer rompían su
relación. Él le decía el tipo no eres tú, soy yo. Y ella decía,
si no soy yo, por qué me dejas. Si no soy yo, y eres tú, por qué
salías conmigo, porque tú antes eras igual de tú que ahora.
Total, que él se fue dejándola allí,
llorando. Yo me acerqué y empecé a hablar con ella, que me contó
su historia. Me ha salido una canción estupenda. Y me ha
proporcionado una gran tarde de sexo. ¿Soy rastrero? Lo soy, pero
casi todas mis canciones han salido así.
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