Abrasa el sol las tardes. Salimos a
pasear porque tú me lo pides. Siempre has tenido miedo al sol. Eres
muy blanca. El sol se refleja en tus ojos azules. Yo no pienso mucho
en las cosas. Pensarlas es hacerlas difíciles, buscarles una
explicación que no tiene por qué tener.
La realidad sucede. Sin más. Suele ser
motivada por una serie de acciones lógicas que devienen en un final
lógico. Por eso la realidad sucede. Y aunque al final podríamos
llegar a saber su inicio, esto es imposible. La causa y el efecto
están confundidos muchas veces. Yo estoy confundido cuando te miro a
los ojos azules.
Abrasa el sol las tardes y mi cuello y
mis brazos tienen ya marcas. La primavera se desata. Amapolas y
margaritas por todas partes. Este aire lleno de polen, lleno de vida
que renace me hace estornudar. Pero lo aguanto. La primavera se
desata. Es un desmadre de vida que quiere ser más, que quiere latir
más, vivir más.
Caminamos juntos y hablas. Yo te
escucho y trato de no mirarte. No quiero caer en esa trampa. Tu piel
reluce bajo el sol. Yo sólo creo que la realidad sucede y que un día
dejará de suceder. Y si no, da igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario