Los grupos de música chinos son poco
conocidos, por eso mis amigos se los traen a cantar a sus negocios y
no hay problemas de gentío o de masas, ni de gritos adolescentes.
Bueno, eso sí, porque las chinas adolescentes gritan como
condenadas, las muy condenadas.
Sus grupos molan un montón porque son
copias de los que molan aquí. De cold play, de pereza y de cosas
así. El otro día, los pereza chinos se pelearon delante de mí y
decidieron que sacarían dos discos distintos cada uno a ver cuál
vendía más. Yo dije que el que se parecía a Leiva vendería más.
Ya veremos si acierto.
El caso es que para el último
concierto vendieron entradas de más y se lió un poco parda. Pero
poco, porque total llenábamos la sala, pero poco, y nos podíamos
sentar todos tranquilos. Así que no es para tanto.
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