Hablábamos hace unas semanas del
teatro contemporáneo español y de su sorprendente buena salud con
muchas más obras en cartel de las que podríamos pensar, aunque con
una presencia editorial mínima sino inexistente. Entre esos autores
que mencionábamos estaba Juan Mayorga que tenía en cartel una obra.
Ayer, Mayorga fue galardonado por su
obra La lengua en pedazos con el Premio Nacional de Literatura
Dramática, premio al que estaba propuesto por cuatro de sus obras
que han estado este año en cartel.
En La Lengua en Pedazos Mayorga plantea
una reunión ficticia entre Santa Teresa de Jesús y un Inquisidor
que se encarga de encausar a la religiosa de Ávila. En esa obra,
llena de razonamientos y de reflexiones sobre el lengua, el propio
Mayorga era el director lo que le permitió, en sus propias palabras,
reescribir la obra a pie de ensayo.
La idea de la obra le vino tras releer
El libro de la vida, una de las obras mayores de Santa Teresa, que
además de su vocación religiosa, su trabajo en las comunidades
monacales y su fundación de conventos, es también una de las
grandes escritoras místicas en lengua española.
Esto demuestra que el teatro como
género espectacular sigue vivo. Su poca presencia editorial sigue
siendo sorprendente. La inexistencia de colecciones o de editoriales
específicas en la labor dramática llama mucho la atención. Pero,
pese a todo, el teatro, como género, como espectáculo y como
literatura sigue produciendo textos y autores, sigue atrayendo a
espectadores y generando textos de calidad.
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