Una descarga de alegría que dura
varios días. Eso es un concierto de Muchachito. Nunca había visto
en Toledo una devoción tal por un artista. Gente esperando a la
puerta del camerino. Gente haciéndose fotos con los cuadros de
Santos. Gente subiendo al escenario a buscar a los artistas. No daban
a basto los empleados del Círculo del Arte.
Muchachito y sus compadres dejaron esa
descarga de alegría en Toledo anoche. Dos horas de concierto que se
quedaron un poco cortas, porque la gente pedía más, quería más.
Pero los artistas no podían más. La garganta de Jairo ya no daba
para más.
Faltan los vientos, los teclados y el
contrabajo y eso se nota en la música. Es un concierto más rápido,
más explosivo. Jario ha recuperado el bombo y ahora lo toca de pie.
Suena mucho más, y a veces hasta se come las voces. Pero falta
también el charles, los platillos.
Todo eso lo intentan suplir el Ratón
con su guitarra que suena como tres instrumentos y Jairo que toca,
tararea, pisa el bombo y baila. Pero sigue sin ser lo mismo. La
alegría es igual. Pero el ritmo, la música no es la misma.
El espectáculo, sin embargo, está muy
logrado. Santos pinta y canta una canción que enloquece al público.
El Ratón aporta su guitarra de colaboración y ritmo y soporte y las
canciones de los Delinquentes que con tanto respeto canta Jairo. Y
Jairo aporta sus chistes de siempre, sus canciones rápidas y su
capacidad de improvisación.
Todo ello logra un espectáculo que
funciona, que es divertido, que suena bastante bien y que no te basta
sólo con dos horas, que pide más y más y más. Muchachito y sus
compadres van girando por España, así que si los ves en tu ciudad,
si quieres un ratito de alegría, si quieres descargar adrenalina y
producir endorfinas, no te lo pienses es tu concierto.
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