Alrededor de los años 20 del siglo pasado, que es le siglo XX aunque a veces nos cueste creerlo, no sólo escribían los miembros de la Generación del 27, tan grandes y tan bien posicionados que han conseguido ocultar a todos los demás que en esa época escribían también muchos otros autores a los que se dedica mucho menos tiempo en los manuales, pero que hacían una literatura diferente y con mucha calidad.
Entre esos otros muchos que escribían está Enrique Jardiel Poncela un autor polifacético y genial, que tuvo en su personalidad y en su visión de sí mismo su mayor rémora. Jardiel, autor de algunas de las obras más divertidas, descaradas y modernas del teatro de la época, murió olvidado de todos, reconfortado sólo por el cariño de pocos amigos, como Fernando Fernán Gómez, que consiguieron mantenerse a su lado pese a todo.
La SGAE dedica estos días una exposición al talento de Jardiel, que iba mucho más allá del teatro y de la escritura. Se emitirán alguna de las películas basadas en sus obras (de las que recomendamos Eloísa está debajo de un almendro especialmente), se harán lecturas dramatizadas de sus obras y su poemas y se expondrán algunos de sus dibujos.
Jardiel llenaba sus libros, sobre todo sus novelas, de dibujos y comentarios fuera de la lectura, consiguiendo romper la barrera entre el autor y el lector, romper también la ilusión dramática, pero haciendo que el lector se viera inmiscuido directamente en lo que sucedía en la acción literaria. Esos dibujos, algunos de mucho talento, iban desde autorretratos hasta diseños de teatros como el del teatro giratorio que se podrá ver en la exposición que estará abierta hasta el día 15 de diciembre en la sala Berlanga.
Entre esos otros muchos que escribían está Enrique Jardiel Poncela un autor polifacético y genial, que tuvo en su personalidad y en su visión de sí mismo su mayor rémora. Jardiel, autor de algunas de las obras más divertidas, descaradas y modernas del teatro de la época, murió olvidado de todos, reconfortado sólo por el cariño de pocos amigos, como Fernando Fernán Gómez, que consiguieron mantenerse a su lado pese a todo.
La SGAE dedica estos días una exposición al talento de Jardiel, que iba mucho más allá del teatro y de la escritura. Se emitirán alguna de las películas basadas en sus obras (de las que recomendamos Eloísa está debajo de un almendro especialmente), se harán lecturas dramatizadas de sus obras y su poemas y se expondrán algunos de sus dibujos.
Jardiel llenaba sus libros, sobre todo sus novelas, de dibujos y comentarios fuera de la lectura, consiguiendo romper la barrera entre el autor y el lector, romper también la ilusión dramática, pero haciendo que el lector se viera inmiscuido directamente en lo que sucedía en la acción literaria. Esos dibujos, algunos de mucho talento, iban desde autorretratos hasta diseños de teatros como el del teatro giratorio que se podrá ver en la exposición que estará abierta hasta el día 15 de diciembre en la sala Berlanga.
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