Publicidad

jueves, septiembre 19, 2013

LA CELESTINA, UNA PARODIA

Si por algo pasan a la historia de la literatura algunos libros, es por su capacidad de adelantarse a su tiempo, de anticipar y marcar el camino que seguirán las cosas en el futuro. En la literatura española hay tres libros que, concatenados y con fuertes relaciones entre uno y otro, se anticipan a lo que pasará después: La Celestina, El Lazarillo y El Quijote.

Los tres anticipan el futuro. La novela realista, la literatura dentro de la literatura, el humor como componente ligado íntimamente a la tragedia y a la realidad, la forma de narrar, el desarrollo de los personajes y la forma de captar y transformar la realidad son los que hacen de estas obras anticipadoras del futuro.

La primera de ellas, La Celestina, produce un efecto de renovación y de imitación imparable. La Celestina es una parodia literaria. La historia de Calixto y Melibea es una parodia de los cientos de historias que circulaban sobre el amor cortés durante la época. Calixto y Melibea acaban siendo todo lo contrario que esos amantes, contraviniendo todas las normas de ese tópico literario y además llevando a la realidad la literatura.

Calixto se siente enamorado como un amante cortés y por ello hace lo que ha oído y leído en las narraciones del amor: no come, toca (muy mal y muy ridículamente) música para su amada y sabe además que ella no se puede rendir a él, que no podrá conseguir su amor. Sus criados se ríen de él y es una caricatura de personaje.

Melibea es todo lo contrario a una dama. Se acuesta con su amado a las primeras de turno, entregando no sólo su amor, sino también su cuerpo. Se deja convencer por Celestina de que es lo mejor que puede hacer. Y cede a sus impulsos, dejando de lado la moral, la religión y todos los preceptos que las damas del amor cortés respetaban.

Pero la primera norma de una parodia es que si no se conoce lo parodiado, esta no producirá su efecto. Y año tras año lo parodiado es menos y menos conocido. Por eso La Celestina pierde su condición de parodia. Como también le sucederá a El Quijote, otra parodia. Aún así conserva su capacidad de sorprender, su narratividad, sus personajes realistas y su furibunda crítica social. Por eso sigue siendo un clásico.




No hay comentarios: