Más recordado como cineasta, el teatro
de Edgar Neville tiene indudablemente muchas influencia de su trabajo
en el cine. Empezó como escritor (realmente empezó como jugador de
Hockey sobre hielo y como diplomático) con novelas de humor
vanguardista en los años 20: Don Clorato de Potasa es una de
las obras mayores del género.
Su viaje a Estados Unidos para ocupar
en California un puesto como diplomático le hace entrar en contacto
con el mundo de Hollywood. Allí aprende el cine que después, con
muchas penurias técnicas, realizará en España. Domingo de
Carnaval, La torre de los siete jorobados o La vida en un hilo
son algunas de su películas.
Su teatro está en comunicación
continua con su cine. La vida en un hilo es una película que
el mismo adapta para el teatro. Una comedia romántica que es mejor
que todas las que se estrenan aún en Hollywood. Una comedia con
humor absurdo, pero también con humor tradicional y con una historia
de amor que depende de un hilo, de una decisión mínima. Fue un
éxito absoluto, con cientos de representaciones.
El camino contrario llevó El Baile.
Fue una obra de teatro que después pasó al cine. Otro gran éxito
dramático por su ternura, su situaciones ridículas y su humor
conectado con lo real. Las actuaciones eran magníficas. Tanto éxito
tuvo que el Neville hizo una segunda parte, mucho menos exitosa, con
menos categoría que la primera parte.
El teatro de Neville cuenta historias
insólitas, historias de amor contadas con humor, historias que
parecen de Hollywood, de esas películas de Cary Grant de principios
de los años 30, Arsénico por compasión, La fiera de mi niña,
Historias de Filadelfia. Un teatro moderno que tuvo mucho éxito en
la posguerra española. Un teatro que ha ido olvidándose con el
tiempo, que fue superado con el realismo y el drama que después se
impone en la escena española.
Hace años que su teatro no se
representa. Sus películas caen de vez en cuando en canales extraños
(canal 13, o la 8, o alguno de los canales de pago). Los libros con
sus obras están reeditadas y disponibles, tanto sus novelas, como
sus obras teatrales, como los cuentos (escribió el que tal vez es el
mejor cuento de la literatura española El único amigo). Un
autor moderno que no ha quedado del todo olvidado.
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