Cada uno puede gastar su dinero como
quiera. Y gastárselo en drogas es una manera como otra cualquiera de
hacerlo. Tal vez sea una cantidad excesiva, porque supongo que se
podrá comprar mucha droga con esa cantidad de dinero y supongo
además que la cantidad comprada si es consumida no hará que nuestro
cuerpo esté precisamente sano.
Pero el problema es de donde salía ese
dinero. Era dinero de todos. Y por eso deberían haber repartido la
droga entre todos. Hubiera sido lo más justo. O tal vez haberlo
gastado en algo que fuese útil para todos. Gastarlo en financiar a
la seguridad social, gastarlo en educación o en medicinas, o en
desarrollo para el tercer mundo.
Es un delito evidente que además
acarrea un delito moral, porque se utilizaba en el disfrute de uno
solo frente a todos los demás, porque se usa en disfrutar y no en
producir que es lo necesario en el caso del dinero público. Doble
pecado que llevará doble condena.
En cuanto al consumo de drogas, cada
uno debería saber qué hace con su cuerpo. Y debería saber qué
riesgos tiene. Y si no lo sabe, que se fastidie.
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