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miércoles, febrero 29, 2012

29 DE FEBRERO

Parado en el sol. Solamente eso. Sentir como se calienta mi piel, mi pelo, como la chaqueta me sobra, como empezaré a sudar dentro unos minutos. Tú estás delante. Hablas desde hace un rato, pero no te presto mucha atención. Miro tus labios moverse. Las gafas de sol que protegen tus ojos pero que no me dejan verlos y saber de qué color los pone el sol.
Este calor natural y distinto después del frío y el viento que corto mis manos en invierno da un olor distinto a la realidad. A tu pelo. A tu piel. Hablas desde hace un rato. Nos encontramos por casualidad. Hacía algún tiempo que no hablábamos. Pero no importa eso. Es hermoso haberte encontrado, escucharte, olerte, pero no importa eso.
Es el sol que brilla y yo que estoy parado aquí y notando que mi sangre late y que mis brazos sienten y que todo el cuerpo se estira y crece y olvida esos inviernos encogidos que he pasado. Parado en el sol. Apunto de sudar. Y además estás tú. Mañana será otro día. Por hoy ha bastado.





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