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miércoles, febrero 22, 2012

22 DE FEBRERO

Mirar a sus ojos y ver que son azules. Y que me de un poco igual. La boca seca. Mucho tiempo sin hablar tanto. Mucho tiempo sin necesidad de explicar y decir y contar y contar otra vez. Durante mucho tiempo me hubiera quedado sólo con esos ojos tan azules. Pero ahora lo otro importa más. Continuar hablando.
Y escuchar. No lo que va dirigido a otro. No poner el oído y esperar. Escuchar lo que te dicen a ti. Lo que dicen para ti. Una historia que contar. Una narración que se hace sólo para ti y ahora. Hace tanto tiempo que ha sido mejor que volver a caminar.
El sol brilla. Pero no calienta. Ella sigue hablando. Sus ojos azules puede que brillen con esta luz. Pero no voy a pararme a pensarlo. Pienso en mi próxima frase. Mi corazón late. No sabía lo que echaba de menos hasta que no he vuelto a hacerlo. No sentí que lo perdía. Pero ahora sé que lo he recuperado.




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