Levantarme y sentirlo. Cómo me muerde.
Cómo yo quiero morderte. Cruzarme por la calle. Sentir un olor. O ni
siquiera. Verlo antes de verlo. Sentir otra vez su mordisco. El
corazón que late más rápido. La sangre que se agolpa. El corazón
que se siente, que no estaba escondido. Sangre. Olor. Carne. Verte
aparecer de lejos. Y recordar tus senos. Y la última vez que te vi
desnuda. O la necesidad de verte desnuda. Tu cuerpo que me quema. Mi
cuerpo que se quema. El corazón entrenado para el deseo. Que me
muerde y me sangra y me lleva. Y tú allí. Sin saber yo qué pasa en
ti. Y mi corazón, entrenado, que otra vez enloquece. Y tus ojos. Y
todo se vuelve confuso y ya no hay palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario