Con el auge de la
prensa, decenas de publicaciones se suceden en todas partes de
España, de carácter local o nacional, y de la publicidad, los
carteles están por todas partes y son dibujados artesanalmente hasta
que llegan a la prensa, los dibujantes viven su edad dorada entre
principios de siglo y el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Diseñadores,
ilustradores, pintores, artistas y narradores, todo a la vez, estos
artistas despuntan en ABC, Blanco y Negro, las portadas de las
colecciones de novelas (la novela del sábado, la novela semanal,
lecturas) creando no sólo un estilo propio, sino modificando la
moda, el vestir y el comportarse de la gente.
Muchas de las
creaciones de Xauradó, de Sileno, de Picó van creando la moda de la
mujer y del hombre, las formas de comportarse. Entre esos diseñadores
están humoristas como Tono o Enrique Herreros o modernos artistas
como Bartolozzi.
Uno de los más
famosos es Méndez Bringa, al que el museo de ABC dedica un
monográfico mostrando sus trabajos para la casa que incluyen
portadas para el periódico y para Blanco y Negro, su revista señera
así como otros trabajos para Prensa Española.
En pleno modernismo,
Méndez Bringa retrata a mujeres que corresponden con el ideal
poético que aparece en Rubén Darío o en Juan Ramón Jiménez.
Retrata una España que está en cambio, entrando en un nuevo siglo,
y cuyos personajes reciben también reminiscencias de París y de la
Belle Epoque.
Gran ilustrador,
notable pintor, capaz de captar la esencia de los objetos y de los
personajes, de sintetizar los sucesos y las realidades, las historias
en unas pocas imágenes, Méndez Bringa fue maestro para muchos y
supo realizar un trabajo notable en un campo que permitía a los
artistas ganarse la vida y defender su modo de ver la realidad y
mostrarla a un público amplísimo.
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