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lunes, octubre 13, 2014

RUMBA Y TRISTEZA: MUCHACHITO


Un concierto de Muchachito es pura energía, es felicidad, es baile, es alegría. Pero las canciones de Muchachito no son canciones alegres. Sus rumbas son, en muchas ocasiones, canciones tristes, historias de amor muy tristes que acaban por ser bailadas.

Su canción más conocida, Siempre que quiera, esa dice “ojalá no te hubiera conocido nunca” es la canción triste del no olvido, de no poder quitarse de la cabeza lo que ha pasado, de no olvidar la cara de la persona a la que se ama. Pero cuando la toca en un concierto, incluso cuando suena en un bar, todo el mundo la baila.

Las canciones eléctricas de Muchachito, con su rumba catalana, su molinillo, su herencia de Peret y el Gato Pérez dejan un regusto triste, porque cuenta la historia triste de las cosas que ya no son. “Si sé que no estás no puedo dormir” “no estás si me desvelo” canta en aire, una de sus canciones más pedidas en los conciertos. Y después de bailar y saltar nadie piensa mucho en esa historia triste de soledad que hay en la canción, como si hubiera sido hecha en una noche en la que realmente no se podía dormir, en una noche de soledad absoluta y de añoranza a lo que se fue y no vendrá.

Incluso cuando decide hacer versiones elige y hace por rumbas canciones tristes. Te conocí en Primavera es una canción de un disco raro. Y también cuenta esa misma historia de pérdida, de desilusión, de una historia de amor que se fue.

La rumba cuenta historias tristes con una piel de alegría, con el baile y las palmas. Tal vez porque reírse de ello es la mejor solución. Tal vez para quitarse las penas bailando, para sudar la tristeza y quitársela y pensar en toda la felicidad que hubo.

Así es un concierto, un disco de Muchachito, mucha alegría con algunas historias tristes, contadas con una sonrisa o una risa. Y riámonos ahora, porque ya lloraremos después. 



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