El Prado inaugura
estos días una exposición sobre dibujo que no es única ni mucho
menos, ya que hace no demasiado tiempo ya planteó otra. Y es que el
cuidado por este arte en el museo español es fundamental, como
atestiguan sus más de 9000 obras catalogadas entre las que hay
maestros como Miguel Ángel o Goya.
En la exposición
que se plantea ahora, tiene el protagonismo un albúm de dibujos que
fue comprado por un comerciante inglés hasta que, por diversas
peripecias propias de una novela de aventuras o del Halcón Maltés,
llegó al museo de Hamburgo que las presta para esta exposición.
Entre lo que se
expondrá encontramos obras de Goya, Alonso Cano, Murillo o Valdés
Leal, grandes pintores que en sus dibujos muestran el mismo arte y su
expresividad que en sus pinturas.
Si no parece tiempo
ahora de grandes exposiciones, salvo las auspiciadas por
conmemoraciones, el Prado está sabiendo desenvolverse y reinventar
sus materiales para seguir en boga y acercar al público al museo,
algo que no se antoja fácil.
Dibujos de todo tipo
se encuentran entre esta exposición, desde los apuntes de trabajo
hasta los más acabados y minuciosos. Una exposición que se adentra
en la importancia del dibujo para el arte y la pintura y que el Prado
muestra no sólo para los especialistas, los que buscan las fuentes
de las obras terminadas, sino para que comprobemos cómo nace la
pintura, desde dónde se elabora y hasta dónde llega.
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