Las grandes historias de amor que han sido contadas son todas imposibles, son todas las historias de amor que no pudieron ser, porque las historias de amor son mucho más sencillas o mucho más complicadas, pero nunca tan literaturizadas, nunca tan extrañamente irreales.
Desde Romeo y Julieta, las historias de amor que se cuentan, presas de la primera impresión, del primer momento del amor, viven de un apasionamiento desmedido y por ello imposible. Como Pedro Salinas cuenta en su trilogía amorosa, el amor nace como una pasión, pero se va desplazando hacia la razón, hacia un amor más calmado, pero más profundo y reflexionado.
Aún así, el amor, como sentimiento universal que pude afectar en cualquier momento a cualquier persona, puede sacar de ellas una historia, puede sacar de las personas lo mejor y lo peor.
En la hasta ahora última novela de Javier Marías, Los Enamoramientos, vemos como el amor lleva a sus protagonista a realizar actos despreciables, actos que están más allá de la razón o la legalidad, porque ese sentimiento, tan fuerte y tan agradable, tan deseado y tan deseable por todos, lleva a los que lo experimentan a traspasar las normas sociales más evidentes.
Una historia sobre la impunidad es también la novela. De como los actos despreciables pueden quedar en el limbo, pueden no ser castigados porque están realizados o motivados desde el amor y porque son juzgados por personas afectadas por ese sentimiento.
El amor, sentimiento que todos queremos sentir y que todos queremos que sientan por nosotros, puede llevarnos a cruzar todas las líneas, todas las normas. De una manera implacable puede trastocar la vida que llevamos y transformarla en otra cosa. Deseamos que mejor, pero no siempre será así.
Desde Romeo y Julieta, las historias de amor que se cuentan, presas de la primera impresión, del primer momento del amor, viven de un apasionamiento desmedido y por ello imposible. Como Pedro Salinas cuenta en su trilogía amorosa, el amor nace como una pasión, pero se va desplazando hacia la razón, hacia un amor más calmado, pero más profundo y reflexionado.
Aún así, el amor, como sentimiento universal que pude afectar en cualquier momento a cualquier persona, puede sacar de ellas una historia, puede sacar de las personas lo mejor y lo peor.
En la hasta ahora última novela de Javier Marías, Los Enamoramientos, vemos como el amor lleva a sus protagonista a realizar actos despreciables, actos que están más allá de la razón o la legalidad, porque ese sentimiento, tan fuerte y tan agradable, tan deseado y tan deseable por todos, lleva a los que lo experimentan a traspasar las normas sociales más evidentes.
Una historia sobre la impunidad es también la novela. De como los actos despreciables pueden quedar en el limbo, pueden no ser castigados porque están realizados o motivados desde el amor y porque son juzgados por personas afectadas por ese sentimiento.
El amor, sentimiento que todos queremos sentir y que todos queremos que sientan por nosotros, puede llevarnos a cruzar todas las líneas, todas las normas. De una manera implacable puede trastocar la vida que llevamos y transformarla en otra cosa. Deseamos que mejor, pero no siempre será así.
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