Un lugar donde el tiempo no existe. Eso
es Nunca Jamás. Un lugar donde ser siempre un niño, donde no
envejecer y enfrentarse a los retos y los fracasos que cumplir años
conlleva. Un lugar donde vivir siempre aventuras, donde se puede
volar y ser un indio o ser pirata. Un lugar sin padres, sin órdenes,
dedicado al placer, a la vida libre.
Ese es el lugar al que Peter Pan lleva
a los Niños Perdidos. Los niños que no quieren crecer, como el
propio Peter, van a ese lugar para ser siempre niños, para poder
siempre volar, para poder siempre ser libres. A ese lugar se lleva
Peter a Wendy, una hermosa niña, para que sea una madre para todos,
para que no crezca y sea siempre una hermosa niña.
Nunca Jamás es el lugar que ideó el
escritor James M. Barrie como un Universo Paralelo al que Peter Pan
lleva a los niños que no quieren crecer. Nunca Jamás es una isla
maravillosa con hadas como Campanilla, y otros seres fantásticos.
Esa isla está también llena de indios y de piratas, seres que viven
siempre en libertad, siempre con vidas llenas de peligro y aventura.
Para llegar a Nunca Jamás hay que
“girar en la segunda estrella a la derecha, volando hacia el
amanecer”. Peter Pan puede volar y por eso puede llevar a los niños
como él hasta allí. A niños que no quieren crecer y que quieren
vivir libres y tener aventuras. Niños que luchan con indios,
piratas, calamares gigantes o cocodrilos. Niños que siempre quieren
ser niños.
Nunca Jamás es un paraíso para todos
aquellos a los que la edad y sus responsabilidades atenazan. Siempre
viven recordando su infancia, recordando la vida que llevaron cuando
niños, la vida que han tenido que abandonar al hacerse adultos. Por
eso Nunca Jamás es un paraíso, porque allí no pasa el tiempo,
porque la vida es una aventura, no hay responsabilidades, no hay que
estudiar, no hay que acostarse pronto. Es un lugar sin tiempo, sin
envejecer, sin crecer, sin marchitarse, sin desilusiones.
Peter Pan es la metáfora perfecta de
todos aquellos que no quieren crecer, que no quieren abandonar su
infancia o su adolescencia, de abandonar aquello que tan felices les
hicieron. Y el universo en que habita, Nunca Jamás, el lugar
perfecto donde vivir. Un lugar de aventura y libertad. Un lugar sin
tiempo.
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