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lunes, agosto 12, 2013

CINE Y APOCALIPSIS

En el contexto histórico que nos toca vivir, la sucesión de los hechos hace que el mundo cambie cada poco tiempo. El mundo en general y el mundo particular. Cambian los trabajos. Cambian las circunstancias. Cambia la vida sin que podamos hacer nada para arreglarlo. Este cambio se asemeja en muchos casos a un apocalipsis.

Desde el principio de la cultura el hombre ha entendido que el mundo no es eterno y que un día podrá terminarse. Desde entonces se han planteado la posibilidad de ese apocalipsis y ha conjeturado sobre sus posibilidades, sobre su desarrollo, sobre los detalles concretos de esas apocalipsis.

En el caso de las religiones, muestran cómo aquellos que no crean, aquellos que no cumplan con los preceptos marcados por la religión y la moral, sucumbirán a sus actos y no perdurarán. En ese apocalipsis en el que dios, el que corresponda según la creencia, visitará la Tierra, los justos perdurarán y sus actos les harán pasar a un nivel mejor. Los otros, los impuros, perecerán y sufrirán.

Durante los años 70, el cine se centró en grandes catástrofes y también, casi con las misma virulencia, en la posibilidad de que el mundo terminarse. Diversas hipótesis se lanzaban sobre ese apocalipsis, sus motivos y su posible solución.

El último hombre vivo mostraba la vida de un hombre, un solo hombre, rodeado de seres que han mutados por una enfermedad que ha acabado con el resto de la humanidad. Todo es suyo. Todo el mundo está a su disposición, pero está solo. Además se produce la lucha contra ese grupo de hombres mutantes que quieren acabar con el último vestigio del hombre antiguo. En un final de tono religioso, el hombre encuentra a unos niños y una mujer que han conseguido sobrevivir y gracias a su sacrificio, estos pueden perdurar.

Del mismo protoganista, Charlton Heston, El Planeta de los Simios muestra un mundo en el que los hombres han prácticamente desaparecido. Los simios han tomado el poder, son pensantes, hablan y tienen esclavizado al hombre, que ha dejado de tener la primacía y la inteligencia. Un apocalipsis ha sucedido, pero no sin que se conozca cómo.

Abundando en el tema, Mad Max ofrecía la visión de ese mundo post apocalíptico. Un mundo que se deshace paulatinamente, con un combustible que escasea y gente que se toma la justicia por su mano o que directamente usa la violencia para apropiarse de todo lo que se le antoja. Un grupo de policías intenta poner orden en ese caos, pero el caos es inevitable.



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