Publicidad

viernes, julio 30, 2010

A MEDIA TARDE

Después de la hora de la siesta en el aeropuerto y con el aire acondicionado a tope me dieron ganas de salir a pasear, tenía que quemar algo de las energía que iba renovando. Era aún pronto por la tarde así que no encontré a demasiada gente en el camino. Llegué a un parque y allí sí, allí había mucha gente.

Un montón de adolescentes tumbados en la hierba, sentados en los bancos, jugando a las cartas, tocándose (unos a otros no a sí mismos), bebiendo y fumando. Vamos lo que hacen los adolescentes en todo el mundo y todas las épocas.

Yo me senté en un banco y saqué un libro. Me puse a leer. Ellos se quedaron sorprendidos. Y tuvieron tentaciones de pitarme, pero lo que hicieron fue pasar delante de mí continuamente, como no creyéndose lo que estaban viendo.

Como acabé el capítulo y sentía sus miradas insidiosas, decidí marcharme a otro lado del parque. Me tumbé en la hierba y me quedé medio traspuesto. Soñé que era un adolescente y que fumaba. Tosí y me desperté.


Parque umbrío donde pasar el calor

No hay comentarios: