La obra dramática
de Lorca puede dividirse en obras surrealistas, farsas y obras de una
tendencia más clásica. La influencia que tuvo en Lorca el contacto
con las vanguardias y el surrealismo sobre todo marca profundamente
su poesía y alcanza a todo su teatro, aunque hay obras que son
profundamente surrealistas, mientras que en otras son simplemente
elementos o insinuaciones lo que encontramos.
El Público y Así
que pasen cinco años son las obras fundamentalmente surrealistas del
poeta granadino, de una gran complejidad escénica y comprensiva, han
sido obras que han intentado ser puestas en escena pero que nunca han
llegado a un éxito rotundo.
Comprender el
surrealismo lorquiano, la profundidad y el significado de su
simbología se hace muy difícil y trasladar muchos de los elementos
de ese surrealismo de la mente del poeta a la realidad ha convertido
a estas obras en prácticamente irrepresentables.
Tal vez las técnicas
modernas de la animación serían lo más apropiado para que estas
obras pudieran plasmarse y pasar del papel a la realidad, pero
siempre hay quien se atreve a llevarlas a las tablas. Ese mismo
sucederá dentro de unos meses con El Público, pero trasformando el
texto lorquiano en una ópera.
El compositor
Mauricio Sotelo y el libretista Andrés Ibáñez trabajan desde hace
tiempo en construir una versión operística del texto, y han
mostrado en más de una ocasión la dificultad para hacerlo ante la
difícil comprensión del mismo.
Transformar en
música el trabajo de Lorca se antoja difícil y esperamos ver cómo
lo logra el compositor y si será verdad eso que anunció el
malogrado director del Teatro Real Gerard Mortier de que se
construiría la gran ópera española.
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