La novela es un
género que nace muy tarde. La poesía de todos los tipos y el teatro
llevaban vivos muchos años antes de que la novela llegara a ser lo
que es hoy en día, el principal motor y género de la literatura y
del sector editorial.
La narración, sin
embargo, estaba viva desde siempre. Pero lo normal es que fuera
realizada en verso. Para la prosa se guardaban otras cosas, sobre
todo los comentarios técnicos y los libros de conocimientos
generales, algo que ahora llamaríamos libros de texto.
Tal vez una de las
primeras aportaciones de la prosa a la narrativa sea El asno de Oro
de Apuleyo. Una obra que en prosa cuenta la historia de Lucio y su
transformación en asno por culpa de las artes mágicas de su amante.
A partir de ahí el
asno vive una novela picaresca o lo que ahora se llamaría una road
movie, con multitud de aventuras y desventuras que llevan al pobre
burro a conocer lo peor de la condición humana.
En un tono cómico y
mezlancdo narraciones, mitos y pequeños chascarillos que sin duda
circularían de forma oral por toda Roma, Apuleyo crea una narración
tensa y viva, que cuenta con muchos elementos de la tradición oral
que después pasarán a la narrativa de la edad media y que
perdurarán durante muchos siglos.
¿Por qué no es
exactamente una novela? Porque la ligazón entre episodios es simple.
Alguien cuenta una historia que otro escucha. Ese armazón aún no es
del todo una novela, pero, si hubo una novela en la antigüedad, esa
fue El asno de Oro. Y por si fuera poco, se lee con la sensación de
que no ha sido escrita en la antigua Roma, sino mucho mucho después.
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