Borges decía que nunca estaba solo,
que siempre tenía en su cabeza a la literatura, a las narraciones
haciéndole compañía. Cuando se quedó ciego, Borges podía ver en
su cabeza las narraciones que había leído, las que había ido
almacenando, incluso las que creaba sin necesidad de escribirlas.
De una manera igual nos acompañan a
los demás las narraciones. Sucede que la realidad nos sugiere
continuamente situaciones que ya hemos vivido en la ficción. Con
tantas fuentes emitiendo constantemente, la prensa, internet, el
cine, la música, la literatura; es difícil pensar que vivimos
situaciones originales.
Las narraciones nos sugieren cómo
deben ser las cosas que después habremos de vivir. O modifican las
que hemos vivido, modificando cómo las recordamos. Y además se
inmiscuyen en la realidad de forma que una situación llama a otra
que ya ha sucedido en lo imaginado.
La seducción es un gran ejemplo.
Tenemos mil ejemplos anteriores. Romeo y Julieta. Don Juan Tenorio. O
cualquier comedia romántica pueden darnos ejemplos de cómo podremos
conseguir que la persona amada nos ame a su vez. Pero también nos da
ejemplo de cómo habremos de sufrir si esa persona no nos
corresponde.
Pero también la comedia. Las
situaciones cómicas de la vida parecen a veces copiada de la comedia
que hemos visto. El hombre que para ir al baño tiene que quitarse la
camiseta, parece copiado de George el de Seinfeld. Las frases de Los
Simpson se acoplan a la realidad tan bien como si hubieran sido
escritas por el mejor de los guionistas.
Un hombre se enamora de una prostituta
y todos recordamos Pretty Woman. Dos familias se pelean en una
boda y recordamos Romeo y Julieta. Conocemos a un policía y
recordamos a Maigret. Conocemos a Sara y nos suenan los Fleetwood
Mac. Se nos repiten las situaciones y nos creemos Bill Murray en
Atrapado en el tiempo.
Las narraciones no dejan que estemos
solos, nos acompañan y se nos vienen a la cabeza ante las
situaciones que ya hemos vivido en la ficción. Como si la ficción
fuera un aprendizaje de la realidad. Como si fueran una compañía
que no nos abandona. A pesar de nuestra ceguera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario