Matar a un hombre no es nada fácil. Yo
no lo he intentado nunca, pero las mil veces que he pensado en
hacerlo lo he descartado porque no era capaz de elegir las armas
oportunas para acabar con ese miserable. El lanzallamas es mi arma
predilecta, pero me pillarían en seguida. No puedes ocultar muchas
pruebas cuando matas con un lanzallamas. Además, ¿Dónde se compra
un lanzallamas? Es una pregunta seria, estoy deseando tener uno.
Total, que entre mi moral asquerosa y
los inconvenientes materiales, matar a un hombre es muy difícil.
Pero esta noche he comprobado que matar a un mosquito es mucho más
difícil. La motivación no importa para nada, aunque en este caso es
que no me dejaba dormir. Abrí la ventana un momento para ver el
eclipse de luna y el maldito se coló en la habitación.
Lo peor no era que me picara, era su
zumbido en el oído. Parecía que un portaaviones yanqui quisiera
bombardearme. Yo levantaba la cabeza y el maldito se escondía.
Apagaba la luz. Me picaba. La encendía, me rascaba y le buscaba.
Desaparecía. Decidí dejar la luz encendida para que viniera a la
bombilla y ahí tenderle una emboscada, pero me picó otra vez.
Mi táctica siguiente fue ofrecer mi
cuerpo desnudo al mosquito para que se hinchara bien de sangre y así
pillarle más gordo. Me picó muchas veces. Pero no dejaba ser
supersónico. Me pasaba por la oreja. Me picaba en el hombro. Apagaba
la luz y volvía. La encendía y se escondía. Me dolió reconocerlo,
pero el mosquito era más listo que yo.
Desesperado urdí un plan maestro. Un
plan genial. El plan de todos los planes. Fui a la cocina, saqué la
botella de whisky y me emborraché como un prusiano del norte. Y ya
borracho le grité al mosquito “Ven, ven ahora, maldito” vino y
me picó, varias veces. Ese era mi plan, ya estaba donde le quería,
tan borracho como yo. Ahora volaba despacio y haciendo eses por la
habitación, hasta se estampó contra los cristales.
Pero no pude matarle. Cuando bebo me
pongo muy sociable y acabé gritándole que le quería y que era mi
mejor amigo. Al final me dormí o de desmayé, no lo recuerdo bien,
pero cuando me desperté el mosquito no estaba y a mí me dolía la
cabeza y el resto del cuerpo porque lo tenía lleno de picaduras.
Para esta noche he comprado vodka, que deja menos resaca.
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