El amor preocupa a Elena. No podría
decir si lo siente exactamente o no por Juan. Siente ilusión. Mucha
ilusión. Miguel le ha dicho que lo importante es la ilusión. Que el
amor se siente o no se siente. Y que se siente muy pocas veces. Y que
es tan difícil, tan jodidamente difícil (le ha extrañado ese taco
tan raro a Elena, Miguel dice muchos tacos, pero son exagerados, son
un poco cómicos) que alguien sienta amor por ti a la vez que tú por
él, que la ilusión es una razón para hacer las cosas.
Aún así Elena piensa en el amor. Ha
mirado a Miguel y ha pensado en si él podría sentir amor. En si el
amor que podrían sentir él y ella sería igual. En si el amor que
sienten todas las personas es igual o es distinto. Y si es distinto
cómo se puede definir algo que siempre es diferente y que no se
parece nunca dependiendo de quien lo sienta.
Ha pensado luego en Juan. Y lo ha hecho
con ilusión. Así que se ha arreglado con ilusión y ha ido con
ilusión a su cita con él. Juan ha sonreído cuando la ha visto
llegar. Eso ha generado aún más ilusión en Elena.
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