Elena ha tenido una relación extraña
con el sexo. Siempre ha sabido que ahí había algo que no llegaba a
conseguir. Todo el mundo decía que era maravilloso. Pero Elena teme
que todo el mundo miente. Y sobre el sexo, sobre el placer más.
Sobre las noches. Sobre el alcohol. Sobre las drogas. Hay grandes
mentiras sobre todos esos temas.
Nada es tan bueno como se cuenta. Y lo
que puede contar Elena no es del todo bueno. Ha pasado buenos ratos
de sexo sola. Y algunos buenos ratos de sexo en compañía. Pero no
es como se supone que es. No es como lo venden en las revistas, ni en
las películas.
En un punto de su vida sin determinar
el tema dejo de convertirse en algo real para convertirse en una
teoría, en una opinión. Sobre el sexo. Especulación. Razón.
Pensaba y pensaba en el hecho sexual. Pero no tenía ganas de
practicar el acto sexual.
Con Juan tal vez todo llegue a donde
debería llegar. Elena piensa sexualmente en él. Se ha masturbado
con la idea de acostarse con él. Le gusta esa idea. Esa ilusión.
Pero teme a la realidad. No llegará a ser cómo la ilusión. No será
tan bueno. No se atreve a comprobarlo.
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