Hay gente que no puede dejar de
quererse porque no se ha querido nunca. Por eso tú no podrás dejar
de quererme. Pero yo sí que te dejaré de querer. Aunque me costará
mucho. Tendré que tomarme mucho tiempo. Y olvidar muchas cosas.
Incluso cosas malas. Tendré que olvidar la costumbre. Y las horas. Y
mitigar los recuerdos. Y vivir muchas cosas distintas para empezar a
regenerar nuevos recuerdos que tapen los antiguos. Tú no tendrás
que hacer ningún esfuerzo para dejar de quererme. Tal vez tendrás
que hacer uno pequeño para olvidarme. Pero no será difícil. Yo no
sé cómo lo haré. Pero no me queda más remedio.
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