Los autores Cava y Seguí, de los que ya hemos hablado anteriormente en este blog, después de fabular sobre el final de la Guerra Civil española y las historias personales que la componían en Las Serpientes Ciegas y sobre el problema de los Balcanes en Hágase el Caos, se meten ahora en otra historia reciente con tintes negros en Las oscuras manos del olvido.
Igual que anteriormente, cuenta una historia personal que pretende mostrar de una manera individual y a la vez global un pedazo de la historia de España o de Europa. En este caso tratan sobre ETA y sus víctimas, e introducen, como siempre, una historia de violencia, misterio e intriga.
Una mujer contrata a un asesino para que busque, encuentre y acabe con al asesino de su padre, un terrorista etarra que ha salido en libertad y que en ese momento se codea impunemente con la autoridad.
En ese ambiente los autores tratan sobre el terrorismo, la violencia y el perdón imposible para unas víctimas que pase lo que pase verán su historia traicionada y su dolor ninguneado por una paz que necesitan y que les dolerá al mismo tiempo.
Como ya hicieron en historias anteriores, los autores muestran la historia con crudeza y violencia, pero también con una imagen que recuerda mucho a las películas de los 50, donde la estética del cine negro marcó una impronta cuya influencia aún da de sí.
Igual que anteriormente, cuenta una historia personal que pretende mostrar de una manera individual y a la vez global un pedazo de la historia de España o de Europa. En este caso tratan sobre ETA y sus víctimas, e introducen, como siempre, una historia de violencia, misterio e intriga.
Una mujer contrata a un asesino para que busque, encuentre y acabe con al asesino de su padre, un terrorista etarra que ha salido en libertad y que en ese momento se codea impunemente con la autoridad.
En ese ambiente los autores tratan sobre el terrorismo, la violencia y el perdón imposible para unas víctimas que pase lo que pase verán su historia traicionada y su dolor ninguneado por una paz que necesitan y que les dolerá al mismo tiempo.
Como ya hicieron en historias anteriores, los autores muestran la historia con crudeza y violencia, pero también con una imagen que recuerda mucho a las películas de los 50, donde la estética del cine negro marcó una impronta cuya influencia aún da de sí.
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