Se habla en la prensa de la búsqueda de los restos de Cervantes, tras muchos, muchos años de su muerte. No hay en España lo que en otros lugares, un panteón de hombres ilustres, por lo que es difícil encontrar un sitio al que peregrinar para homenajear a los escritores o artistas que ya no están entre nosotros.
Cervantes, cuyos avatares vitales son muchísimos y que le llevaron de la cárcel al ejército pasando por toda España, murió en Madrid y fue enterrado, supuestamente, en el convento de las Trinitarias de Madrid.
¿Por qué buscar los restos de Cervantes? ¿Qué importa en qué lugar exacto esté su tumba? La razón, más que por ninguna otra cuestión, se explica por motivos económicos. Un lugar para visitar a Cervantes sería lucrativo para la ciudad, el templo o las calles que lo acojan.
Al igual que sucede con el Greco en Toledo, donde toda la ciudad está volcada en un homenaje que está dejando grandes beneficios, se podría realizar un homenaje a Cervantes que incluyera una ruta o una visita a sus restos mortales. Eso generaría una serie de beneficios económicos que nadie quiere perder.
La fama de Cervantes, sobre todo de su gran obra, Don Quijote de la Mancha, supera todas las fronteras. Admirado en países europeos, asiáticos, americanos y africanos, un lugar de peregrinación oficial podría suponer mucho dinero para la ciudad que tuviese ese privilegio.
No otra explicación tiene toda esa aventura que sobre los restos del escritor madrileño se está produciendo. No hay razones literarias. Y tampoco hay muchas razones históricas, ya que los restos están localizados en esa iglesia concreta.
Es cierto que muchos querrían ver ese lugar, homenajear en directo al mayor escritor en lengua española de todos los tiempos. Pero no hay mayor homenaje que leer sus libros, disfrutar de sus creaciones. Más allá de encontrar sus huesos y loarlos, lo que producirá, sobre todo, dinero para los que exploten ese lugar.
Cervantes, cuyos avatares vitales son muchísimos y que le llevaron de la cárcel al ejército pasando por toda España, murió en Madrid y fue enterrado, supuestamente, en el convento de las Trinitarias de Madrid.
¿Por qué buscar los restos de Cervantes? ¿Qué importa en qué lugar exacto esté su tumba? La razón, más que por ninguna otra cuestión, se explica por motivos económicos. Un lugar para visitar a Cervantes sería lucrativo para la ciudad, el templo o las calles que lo acojan.
Al igual que sucede con el Greco en Toledo, donde toda la ciudad está volcada en un homenaje que está dejando grandes beneficios, se podría realizar un homenaje a Cervantes que incluyera una ruta o una visita a sus restos mortales. Eso generaría una serie de beneficios económicos que nadie quiere perder.
La fama de Cervantes, sobre todo de su gran obra, Don Quijote de la Mancha, supera todas las fronteras. Admirado en países europeos, asiáticos, americanos y africanos, un lugar de peregrinación oficial podría suponer mucho dinero para la ciudad que tuviese ese privilegio.
No otra explicación tiene toda esa aventura que sobre los restos del escritor madrileño se está produciendo. No hay razones literarias. Y tampoco hay muchas razones históricas, ya que los restos están localizados en esa iglesia concreta.
Es cierto que muchos querrían ver ese lugar, homenajear en directo al mayor escritor en lengua española de todos los tiempos. Pero no hay mayor homenaje que leer sus libros, disfrutar de sus creaciones. Más allá de encontrar sus huesos y loarlos, lo que producirá, sobre todo, dinero para los que exploten ese lugar.
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