Siempre es una buena idea ir al Museo del Prado. Si no se tienen en cuenta las colas que hay que hacer para entrar en las instalaciones y lo difícil que es contemplar en soledad algunas obras, la visita al museo madrileño siempre ofrece buenas expectativas que casi siempre se verán cumplidas.
Estas semanas de celebraciones religiosas y sobre todo de fiestas en los trabajos, son perfectas para acudir al museo y contemplar una de sus últimas exposiciones: Rubens, el triunfo de la Eucaristía.
En la década de 1620 Rubens recibe el encargo de realizar unos tapices para el convento de las Descalzas Reales de Madrid. Esos tapices tienen, por supuesto un tema religioso que Rubens cumplimenta con maestría.
Para realizar los tapices antes Rubens hace en tabla unos modelos. Esas tablas están disponibles en el museo que ahora además expone junto a ellas los tapices, en una muestra de los diferentes materiales en los que trabajaban los autores de la época.
En las obras lo que podemos observar es el triunfo de la eucaristía sobre la idolatría. Los dioses paganos son vencidos por la cristiandad y sobre todo por su máximo rito, la acoplación de Cristo y el hombre mediante la eucaristía.
La obra, así, además de ser de una plasticidad única, con la maestría habitual del autor flamenco, sirve como enseñanza de las virtudes del cristianismo sobre la idolatría, sobre la negación de Dios y sus enseñanzas.
Pero sobre todo, lo que podemos observar es una obra rica en matices, con su realización final y su proceso creador, viendo cómo trabajaba el clásico pintor y cómo se plasmaba finalmente su trabajo conceptual en las telas.
Estas semanas de celebraciones religiosas y sobre todo de fiestas en los trabajos, son perfectas para acudir al museo y contemplar una de sus últimas exposiciones: Rubens, el triunfo de la Eucaristía.
En la década de 1620 Rubens recibe el encargo de realizar unos tapices para el convento de las Descalzas Reales de Madrid. Esos tapices tienen, por supuesto un tema religioso que Rubens cumplimenta con maestría.
Para realizar los tapices antes Rubens hace en tabla unos modelos. Esas tablas están disponibles en el museo que ahora además expone junto a ellas los tapices, en una muestra de los diferentes materiales en los que trabajaban los autores de la época.
En las obras lo que podemos observar es el triunfo de la eucaristía sobre la idolatría. Los dioses paganos son vencidos por la cristiandad y sobre todo por su máximo rito, la acoplación de Cristo y el hombre mediante la eucaristía.
La obra, así, además de ser de una plasticidad única, con la maestría habitual del autor flamenco, sirve como enseñanza de las virtudes del cristianismo sobre la idolatría, sobre la negación de Dios y sus enseñanzas.
Pero sobre todo, lo que podemos observar es una obra rica en matices, con su realización final y su proceso creador, viendo cómo trabajaba el clásico pintor y cómo se plasmaba finalmente su trabajo conceptual en las telas.
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