Hace cincuenta años Stan Lee y Bill Everett crearon el último de los superhéroes clásicos de Marvel, DareDevil, o como se le llamó en España, Dan Defensor. Es un superhéroe urbano, como otros Spiderman y otros de Marvel, que se mueve por el mundo con una complicada tara, es ciego. Pero pese a ello el resto de sus sentidos se han agudizado y así ha conseguido pelear contra el mal durante tantos años.
Pero DareDevil tiene una doble condición, ya que además de superhéroe nocturno es también un abogado que lucha contra el mal desde su puesto de trabajo. Conoce por tanto quiénes son los malos y tiene pruebas contra ellos, lo que le permite ser un paladín de la justicia.
El concepto de justicia, tan poco claro en los superhéroes que tienden a tomársela por su mano, es básico en las aventuras del diablo de Marvel. Batman, Superman, Spiderman son jueces, jurados y verdugos, deciden qué está bien y qué está mal. En muchos casos es claro de qué parte está la justicia, qué es lo que hay que hacer. Pero no siempre es sencillo. Diferenciar entre lo justo y lo injusto, entre aplicar la ley o modificarla al antojo de cada uno.
La venganza y la ley y los métodos son lo que se pone en cuestión en muchas historias de superhéroes. Si su actitud dictatorial y justiciera es moralmente aceptable. Si no sería mejor que intentaran enviar a la cárcel a los malvados y no golpearlos o matarlos.
Ese es el dilema de Batman en El Caballero Oscuro, y tiene que elegir contravenir la ley. Y ese será en muchos casos el dilema de Dare Devil, que conociendo la ley como la conoce, no duda en saltársela haciendo ver que a veces la ley y la justicia no son lo mismo.
Pero DareDevil tiene una doble condición, ya que además de superhéroe nocturno es también un abogado que lucha contra el mal desde su puesto de trabajo. Conoce por tanto quiénes son los malos y tiene pruebas contra ellos, lo que le permite ser un paladín de la justicia.
El concepto de justicia, tan poco claro en los superhéroes que tienden a tomársela por su mano, es básico en las aventuras del diablo de Marvel. Batman, Superman, Spiderman son jueces, jurados y verdugos, deciden qué está bien y qué está mal. En muchos casos es claro de qué parte está la justicia, qué es lo que hay que hacer. Pero no siempre es sencillo. Diferenciar entre lo justo y lo injusto, entre aplicar la ley o modificarla al antojo de cada uno.
La venganza y la ley y los métodos son lo que se pone en cuestión en muchas historias de superhéroes. Si su actitud dictatorial y justiciera es moralmente aceptable. Si no sería mejor que intentaran enviar a la cárcel a los malvados y no golpearlos o matarlos.
Ese es el dilema de Batman en El Caballero Oscuro, y tiene que elegir contravenir la ley. Y ese será en muchos casos el dilema de Dare Devil, que conociendo la ley como la conoce, no duda en saltársela haciendo ver que a veces la ley y la justicia no son lo mismo.
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