Esa cualidad actual de poder comunicarnos desde cualquier lugar ha conseguido que estemos siempre pendientes de otros lugares, pendientes de lugares donde no estamos pero donde quisiéramos estar. Lo que nos cuentan, lo que recibimos, nos ha estar pendientes de lo que sucede en otros sitios, de tener la apetencia de estar en otro sitio.
El avance de las comunicaciones hace que estando en cualquier sitio podamos saber, conocer o ver lo que sucede en otra parte. Incluso hace que desde casa podamos estar conectados con el mundo de tal manera que no sea necesario salir de ella, que podamos vivir una vida social, laboral y personal sin salir de casa.
Este avance de las comunicaciones que nos hace estar siempre conectados está a punto de hacer realidad la ficción que se vive en Surrogates. El comic que casi cumple ya diez años parece más que una ficción una representación del futuro que vamos a vivir.
Una realidad en la que la gente utiliza robots con los que está conectado para salir de casa hace que vivan una vida con cuerpos perfectos y duraderos, pero pese a que parezca que están conectados con la realidad, sucede realmente que no es así, que ese vínculo con la realidad y sobre todo con el resto de los seres humanos es falso.
Con una historia de héroes y violencia, el cómic tuvo un gran éxito, tanto que Bruce Willis protagonizó una adaptación cinematográfica más bien olvidable. Pero como sucede en muchas ocasiones, la historia de violencia y héroes esconde un profundo análisis de la realidad.
Puestas en claro estos hechos, el cómic analiza la incomunicación del ser humano, su entrega a la ciencia y su olvido de aquello que ha hecho de la humanidad lo que es, lo que ha promovido los cambios y los avances de la sociedad. Mayor posibilidad de comunicación contribuye más en muchas ocasiones en mayor cerrazón, mayor soledad, mayor incomunicación.
El avance de las comunicaciones hace que estando en cualquier sitio podamos saber, conocer o ver lo que sucede en otra parte. Incluso hace que desde casa podamos estar conectados con el mundo de tal manera que no sea necesario salir de ella, que podamos vivir una vida social, laboral y personal sin salir de casa.
Este avance de las comunicaciones que nos hace estar siempre conectados está a punto de hacer realidad la ficción que se vive en Surrogates. El comic que casi cumple ya diez años parece más que una ficción una representación del futuro que vamos a vivir.
Una realidad en la que la gente utiliza robots con los que está conectado para salir de casa hace que vivan una vida con cuerpos perfectos y duraderos, pero pese a que parezca que están conectados con la realidad, sucede realmente que no es así, que ese vínculo con la realidad y sobre todo con el resto de los seres humanos es falso.
Con una historia de héroes y violencia, el cómic tuvo un gran éxito, tanto que Bruce Willis protagonizó una adaptación cinematográfica más bien olvidable. Pero como sucede en muchas ocasiones, la historia de violencia y héroes esconde un profundo análisis de la realidad.
Puestas en claro estos hechos, el cómic analiza la incomunicación del ser humano, su entrega a la ciencia y su olvido de aquello que ha hecho de la humanidad lo que es, lo que ha promovido los cambios y los avances de la sociedad. Mayor posibilidad de comunicación contribuye más en muchas ocasiones en mayor cerrazón, mayor soledad, mayor incomunicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario