¿De qué se nutren los músicos a la hora de grabar sus discos? ¿De dónde sacan sus canciones? ¿de dónde salen sus ideas? Muchos de ellos repiten lo que ya han hecho otros con su propio sonido, o simplemente se basan en las ideas que un día les dieron otros músicos, unos que nunca tuvieron éxito, pese a ser tan buenos o mejores que los originales.
Quique González es el gurú de la música independiente. Hasta ha publicado cartas en las que denuncia y renuncia a las compañías. Su trabajo es muy admirado por muchos músicos. Pereza contaron con él para sus discos y después Leiva le animó a que cantase con él en su primer disco en solitario.
Pero antes González pudo sobrevivir y ser un músico profesional que recibía dinero de la música gracias a que Enrique Urquijo hizo una versión de una de sus canciones. Esa canción tuvo éxito y González pudo vivir de los royalties de esa composición. Aunque tú no lo sepas fue esa canción y ahora él mismo la canta, con otro estilo en sus discos.
Del mismo modo otros pequeños músicos han podido vivir gracias a su trabajo popularizado por otros muchos más famosos. El gran éxito de Natalie Imbruglia, Torn, por ejemplo, no era una canción suya sino de un grupo americano que se forró literalmente gracias a los derechos de autor que recaudaron.
Eso demuestra que el éxito es una cuestión de casualidad, del momento y del quien haga las cosas. Urquijo ya era famoso y su canción un éxito. Imbruglia no lo era pero triunfó. El éxito es una casualidad, algo que depende de muchos factores, de muchas pequeñas fortunas que se mezclan y dan un resultado. Pero claro, al otro lado están todos aquellos que hacen grandes canciones y se quedan por el camino. Ellos no tendrán la fortuna de su lado, pero nunca se sabe.
Quique González es el gurú de la música independiente. Hasta ha publicado cartas en las que denuncia y renuncia a las compañías. Su trabajo es muy admirado por muchos músicos. Pereza contaron con él para sus discos y después Leiva le animó a que cantase con él en su primer disco en solitario.
Pero antes González pudo sobrevivir y ser un músico profesional que recibía dinero de la música gracias a que Enrique Urquijo hizo una versión de una de sus canciones. Esa canción tuvo éxito y González pudo vivir de los royalties de esa composición. Aunque tú no lo sepas fue esa canción y ahora él mismo la canta, con otro estilo en sus discos.
Del mismo modo otros pequeños músicos han podido vivir gracias a su trabajo popularizado por otros muchos más famosos. El gran éxito de Natalie Imbruglia, Torn, por ejemplo, no era una canción suya sino de un grupo americano que se forró literalmente gracias a los derechos de autor que recaudaron.
Eso demuestra que el éxito es una cuestión de casualidad, del momento y del quien haga las cosas. Urquijo ya era famoso y su canción un éxito. Imbruglia no lo era pero triunfó. El éxito es una casualidad, algo que depende de muchos factores, de muchas pequeñas fortunas que se mezclan y dan un resultado. Pero claro, al otro lado están todos aquellos que hacen grandes canciones y se quedan por el camino. Ellos no tendrán la fortuna de su lado, pero nunca se sabe.
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