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martes, enero 14, 2014

CULTURA Y ECONOMÍA EN TIEMPOS DE CRISIS

Las continuas malas noticias económicas (no de la macroeconomía, sino de la pequeña economía, la que dicta cuánto dinero tendrán las gentes comunes para gastar, cuánto ingresan y cuánto cuesta lo más preciso para su subsistencia) repercuten en la realidad de la cultura y del patrimonio de los países.

Una exposición muestra en fotografías la decadencia de Madrid y algunos de sus edificios cerrados y abandonados. Fábricas, cines, salas de fiesta, frontones y muchos otros muestran una realidad que cada vez recuerda más a Detroit y su fantasmal condición. Óscar Carrasco ha fotografiado esa realidad, con su profesionalidad y su gran capacidad para captar lo insólito.

Pero cualquiera que se dé un paseo por las ciudades y pueblos de este país puede observar pisos en esqueleto, construcciones terminadas pero cerradas por no poder ser mantenidas, comercios cerrados, bloques enteros que no se pueden vender e incluso edificios públicos que pierden su estatus y se quedan en nada, en puertas cerradas.

En Portugal el gobierno ha vendido gran parte de sus valores artísticos. En los próximos meses van a vender hasta 85 obras de Joan Miró con lo que pretenden lograr capital líquido para rehacer sus maltrechas arcas. Esta decisión, que a primera vista dará beneficios al gobierno, dejará sin embargo un gran vacío en su cultura y además supondrá la pérdida de turistas y sus consiguientes beneficios económicos.

La cultura, en este caso la arquitectura y la pintura, se ven reflejadas en la realidad. La mala situación que viven los gobiernos y la pérdida de poder adquisitivo de la cada vez más depauperada e inexistente clase media provoca que la cultura pierda dinero, pierda financiación y repercusión.

Esta falta no es a simple vista la más grave de las que podríamos sufrir, pero sin duda, a largo plazo se notará en todos, en la capacidad de abstraerse, de imaginar y de fabular. Y aún más en la capacidad de pensar y ser pensados, en la capacidad de vivir más allá de la vida que tenemos.


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