Siendo África un territorio sumamente extenso, siempre la identificamos con la África negra de las películas de Tarzán, llena de selvas y sabanas, de leones y otros animales salvajes y sobre todo llena de aventuras maravillosas relacionadas con la caza, los salvajes y los animales salvajes.
Ese territorio es el protagonista de novelas como Las minas del Rey Salomón de Henry Rider Haggard, donde el gran aventurero Allan Quatermain, cazador y tirador experto, busca y encuentra junto a otros aventureros la ciudad perdida del rey Salomón plagada de oro y vigilada por una tribu de salvajes.
Del mismo estilo son las novelas de Tarzán, donde un bebé es encontrado por un grupo de monos y criado por ellos, desarrollando así las cualidades más físicas de su persona. El encuentro con la vida real, con los humanos civilizados y el contraste entre el mundo que ha vivido siempre y el creado por los humanos, producirá en el protagonista una gran lucha interna. Ese mundo de Tarzán está plagado de selvas, animales salvajes y peligros.
Ese mismo paisaje es el de Mogambo, la película de Clark Gable, Ava Gardner y Grace Kelly. Animales salvajes, selvas, aventuras y caza son los ingredientes de esta película que recrea para nosotros el ideal de un viaje por el África negra.
Por último, podemos acercarnos también al Corazón de las Tinieblas, novela que habla del poder y su relación con la locura de los hombres y su envanecimiento. Violencia, terror y locura en un marco de tierras coloniales y salvajes que sólo África puede ofrecer.
Podemos conocer el África negra o sus tópicos a través de las narraciones que de su interior nos han ido llegando. Un viaje alucinante a través de un mundo aún salvaje, aún en estado puro y peligroso, que nos traerá no sólo paisajes alucinantes sino también aventuras imposibles en otros lugares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario