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jueves, julio 04, 2013

CERVEZA SIN ALCOHOL

Empieza a hacer calor para todo lo que no sea ir a la nevera y coger una cerveza helada. Así que fui a la nevera a coger una cerveza helada. Pero no tenía cerveza. No sé en qué momento me las he bebido. En serio, no lo recuerdo. Aunque creo que eso se explique con la ola de calor que nos acompaña. Tal vez he visitado mucho la nevera últimamente.

Bajé al super de la esquina a por unas cuantas cervezas. Me gusta porque las tienen de muchos tipos y aunque al final siempre compro las mismas, las más baratas, puedo pensar que compro cualquier otra y sentir lo que sería tomarme esa cerveza con resonancia a frutos del bosque.

El super de la esquina antes era algo normalito, pero ahora es una cosa con mucho glamour. Venden de todo. Desde calcetines hasta helado de nueces de macadamia. No sé qué es macadamia, ni dónde está, pero tienen unas nueces rarísimas. Con lo ricas que están las normales.

Una chica en el pasillo de las cervezas daba muestras de una cerveza de trigo. No me gusta mucho variar, pero la chica estaba buena, la cerveza fresquita y piqué. Me llevé dos cajas. Malo tenía que ser aquello para que no me las bebiera en un rato esa misma noche. Ya volvería al día siguiente a por las mías de toda la vida.

Bebí, bebí, bebí y bebí durante toda la noche. La cerveza estaba fresquita pero tenía un algo raro. No sabía del todo a cerveza. Eso del trigo es un rollo, pensé. A las cinco de la mañana seguía bebiendo de aquello como si no costara. Me acosté lucido y me tuve que dormir por mis propias fuerzas, eso sí, levantándome cada media hora para mear.

Esa cerveza estaba rota, no funcionaba. Así que me llevé al super y se la dí a la chica tan atractiva que me la dio a beber. Era cerveza sin alcohol, sin nada de alcohol, me dijo la chica. Se me quedó cara de tonto.De muy tonto. No sé diferenciar entre la cerveza con y la cerveza sin. Así que me he apuntado a un curso de cata y preparación de cerveza. Yo que he trabajado en una fábrica de cerveza sin saber cómo sabe. Al menos quedé por la tarde con la chica. Me dió calabazas, pero me invitó a tres cervezas. Con alcohol por supuesto.




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