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sábado, enero 14, 2012

TIEMPO

Un día me levanté y no pensé en ti. Pasó un poco de tiempo. Y no lo hice. Sin darme cuenta. A media mañana, mientras miraba si había mensajes en mi teléfono, recordé que existías. Y que ya no estabas conmigo. No sentí miedo. Ni dolor. No sentí nada. Sólo sorpresa. De que te hubiera olvidado durante esas horas. Hablé con una mujer. No me recordó a ti. Intenté serle atractivo. Intenté llevarla a mi casa. No lo conseguí. Pero no me recordó a ti. Me sentí un poco vacío un rato. Qué iba a ser de mi vida sin ti. Sin nada de ti. Sin el recuerdo de ti. Pero no pasó nada.  




1 comentario:

Spaski dijo...

¿Así, de repente? Qué fácil sería... ¿verdad?