Corren malos tiempos para todo, también
para el amor. Las mujeres, supuestas garantes del romanticismo, el
matrimonio y el amor en nuestras sociedades, dan la espalda al amor.
El 81% de las mujeres de este país no mira otra cosa que el dinero a
la hora de buscar una pareja.
Prefieren una pareja con posibles a una
pareja atractiva. No está mal para los que nunca hemos sido
atractivos que esto sea así, que por una vez los guaperas pierdan,
pero da un poco de grima que sea a cambio de una buena posición
económica. Esto quiere decir que los que no tenemos lo uno ni lo
otro vamos a tener que conformarnos con nuestra soledad.
Es algo humano buscar el confort, la
estabilidad y el dinero. Pero la vuelta a este materialismo
despreciando todo el imperio romántico que se había construido en
torno al mito del amor resulta sorprendente. Si se pierde la elección
libre de la pareja por sus cualidades a cambio de la elección por su
estatus algo de nuestro mundo se está perdiendo.
Para paliarlo, dejemos de ir al
gimnasio y de utilizar ropas, cremas, perfumes y complementos que nos
favorezcan. Cultivemos nuestra cuenta corriente. Nos traerá más
éxitos amatorios.
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