En realidad sucede que todo es justificable. Se pueden justificar las peores acciones del mundo. Cada uno justifica las suyas. Engañar a su mujer. Mentir a la gente. Pegar a sus hijos. Todo tiene una justificación. Incluso justificaciones globales. Contaminar. El nazismo. Cualquier tipo de locura colectiva ha tenido su justificación por parte de los que participaban en ella o la contemplaban.
La violencia es detestable en sí misma. No hay que decir nada más. Eso sí, hay algo muy detestable en la que se comete no contra una mujer, sino contra la mujer a la que has dicho que amas, contra la mujer que te ama a su vez. Contra la mujer que depende de ti a muchos niveles, el más básico el sentimental. Esa confianza que rompes, ese aprovecharse de la impunidad que te da el amor, de la justificación que te el amor, es horrible.
Aún así es evidente que hay que las justifica. Muchas mujeres entre ellos. Eso parece estar en la condición humana. Así que tal vez este sea uno de esos problemas sin solución.
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