Machaca mi cabeza la ciudad. El dolor en la frente y en los lados no me deja pensar. Camino sin sentido por la ciudad vacía, bajo un sol que me abrasa. Los labios se me han cortado. Tengo las manos llenas de sangre, tengo el alma lleno de sangre. Toda la rabia, toda la frustración, todos esos kilómetros y meses que he estado buscándote me han pasado factura.
Antes de la sangre fue el dolor. Y antes de la sangre el dejar de pensar. El dolor no me dejaba pensar. Caminaba por inercia. Como si estuviera hecho sólo para eso. Y por eso mis píes no paraban. Por eso mis píes seguían y seguían ellos solos hacia delante.
Pasaban por delante de lo mismo de siempre. Delante de la venta de amor. Delante de las mujeres tristes que sonríen y de los hombres que no sonríen, que sólo muestran los dientes. Pasé por todos lados. Ya no te buscaba sólo huía de mí y de mi dolor.
Machaca mi cabeza la ciudad. Espero despertar y que sólo sea todo un sueño. Que este dolor no haya existido. Que tú no hayas existido.
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