Hace mucho calor como para andar pensando. Así que me puse a ver el tenis en la tele. El tenis es eso que me hace dormir cuando lo pongo por la tarde y que sólo merece la pena si juega Nadal. El partido era femenino, pero no me quejé, porque sirve para dormir igual que el masculino, sólo que como es menos emocionante, suelo dormirme antes.
Sudaba la gota gorda y no había forma de dormirme. Las dos tenistas también tenían calor y llevaban unas faldas muy cortas y unas camisetas que no merecen el nombre de camisetas. Y hacía mucho calor.
Total que me fui a dar una vuelta por el mundo a ver qué pasaba y a ver si me pasaban todos los calores. Pero no había manera. Cada vez hacía más sol, más calor y había más chicas. Saqué mi teléfono móvil con la intención de hacer una llamada o de mandar un mensaje. Llamé a uno de mis amigos, pero no me lo cogió y empecé a pensar.
Pensar tiene el inconveniente de que duele. Y más si estás con calor. Traté de mandar un mensaje que había escrito en plena efusión. Pero gracias a Dios no tenía a quién mandárselo. Si hubiera tenido su teléfono...
1 comentario:
Pudiendo ver tenis o mujeres, para que pensar
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