El cine religioso fue un éxito desde
finales de los 50 y hasta bien entrados los 70. Contar la historia de
Jesús y de sus acólitos o de algún miembro de la historia sagrada
fue un filón para directores y productoras, que encontraron en la
Biblia historias sobre las que hablar y que interesaban a los
espectadores.
Muchas películas se produjeron durante
la época: Quo Vadis?, Rey de Reyes, La túnica sagrada, La Historia
más grande jamás contada, Los 10 Mandamientos, y un largo etcétera
llenaron las pantallas durante mucho tiempo y consiguieron grandes
éxitos. Tanto es así, que La túnica sagrada salvó a su productora
de la bancarrota.
En estas películas, dado su contexto
histórico, la presencia de los romanos era obligatoria. Los hechos
contados coinciden con el gobierno de Roma sobre Judea y los
territorios en los que se desarrolla la historia sagrada. Por eso
siempre salían romanos.
En España, las películas religiosas
se ponían en Semana Santa. Siempre coincidían en la parrilla estas
películas en estas fechas y todos las hemos visto entonces. Pero
como las películas religiosas se acababan, los programadores
terminaban poniendo una película de romanos, bien con presencia de
elementos religiosos, como Ben Hur, o bien sin ninguna relación con
el cristianismo como La caída del Imperio Romano.
La tradición se mantiene y
probablemente estos días podremos disfrutar de alguna de estas
producciones y también de alguna película de romanos. Esta misma
noche La 1 pone Gladiator, película de romanos, pero sin presencia
religiosa. Buena película que narra la historia de un soldado de
Roma caído en desgracia, aunque ya ha sido repuesta muchas veces en
la televisión en abierto. Eso sí, aunque se vea entera, la escena
en la que Máximo desvela a Cómodo quién es, no hay que perdérsela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario