Fuera del circuito habitual de
películas de Semana Santa y de películas religiosas que tocan la
vida y la muerte de Jesús, hay una serie de películas de temática
religiosa que siempre pueden aportar algo distinto a las habituales
presentaciones que de este tema tenemos.
El evangelio según San Mateo de
Pier Paolo Pasolini, sorprende por su estética sencilla. Es una
película en blanco y negro que cuenta la vida de Jesús, su muerte y
su resurrección. La película ofrece imágenes poéticas de la vida
de un Jesús que sorprende por su humanidad y su sencillez. La
película tiene cierto aire sobrecogedor y místico que impresiona.
Pasolini, ateo, comunista y homosexual rodó una de las películas
más reconocidas por el Vaticano sobre la vida de Jesús.
Contrastando con la mesura y la ternura
de la de Pasolini, encontramos La Pasión de Cristo, de Mel
Gibson. Película sangrienta que muestra cruelmente el martirio de
Jesús. Grabada en latín, arameo y hebreo para darle mayor
verosimilitud, la película impacta por su apología del dolor y el
sufrimiento como medio para conseguir la redención. Esta apoteosis
del dolor pretende lograr que el sufrimiento de Cristo sea visto por
todos y que todos vean la grandeza del hombre y el dios que vino a
sufrir por nosotros.
La última tentación de Cristo,
de Martin Scorsese, cuenta la vida y la muerte de Jesús desde un
punto de vista distinto. En la cruz, Jesús recibe la visita de un
ángel que promete salvarle y le dice que no es el Mesías. Jesús se
va con él y se casa con María Magdalena. Pero en sus últimos días,
Jesús recibe la visita de sus apóstoles que le preguntan por qué
no continuó con su pasión, y que fue Satán quien envió al ángel
y no Dios. Una película distinta sobre Jesús por lo que recibió
críticas y prohibiciones.
Por último, La vida de Brian.
Película que cuenta la vida de Brian, un judío al que confunden con
Jesús. Mientras la vida de Jesús es ejemplar y es considerado un
Mesías y un salvador, Brian es un idiota que va acaparando toda la
tragedia y la mala suerte. Gags impagables durante toda la película:
los movimientos de liberación, la confusión en la cruz, los Reyes
Magos, el centurión con problemas de pronunciación, el número
final con Brian cantado y silbando en la cruz. La película da una
lección última: mira siempre la cara divertida de la vida.
Irreverente en grado máximo y profundamente divertida, la vida de
Brian muestra lo mejor de los Monty Python y te permite pasar una
Semana Santa pensando que no sólo el dolor, la risa también es
redentora.
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