Todos los días escribo una declaración de amor. Todos los días escribo palabras y palabras y palabras sobre lo que siento, sobre las cosas que me haces sentir, sobre este amor que siento por ti. Escribo hermosas palabras como corazón, ojos o siempre. Escribo sobre ti y sobre la forma en la que me desarmas.
Todos los días escribo una declaración de amor y la guardo y no la digo y no te la enseño. La escondo en un cajón del escritorio. Tengo un cajón lleno de amor en el escritorio donde también guardo los bolígrafos y las cartas del banco.
Todos los días escribo una declaración de amor y nadie lo sabe. Escribo palabras sobre ti y las escondo para que nadie sepa que escribo palabras de amor para ti. Escribo palabras que no digo ni diré. Palabras que nadie más escribirá. Palabras que nadie más podría escribir o decirte.
Todos los días escribo una declaración de amor y miento. Miento en esas palabras porque, ¿sabes? no te quiero tanto como digo. No te quiero de una manera irrepetible. No siento por ti algo que nadie más sienta. Algo que nadie más vaya a sentir. Miento cada día en la declaración de amor que te escribo. Miento cuando hablo de tus ojos, de tu corazón. Miento muchísimo cuando digo siempre. Todos los días te miento, mi amor.
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